26 de abril de 2011

Red Caperuza

Caperucita fue a llevarle a su abuelo la canasta familiar que acababa de levantar del comunal del barrio. Iba caminando por la calle y un ladrón reconocido al que le decían El Lobo comenzó a seguirla. Caperucita se dió cuenta y empezó a buscar su navaja en la canasta, disimuladamente, mientras caminaba. El Lobo la miraba en detalle, le quedaba lindo el vestidito rojo.
- Eh bó, salen diez péi pa un vinacho? - Gritó El Lobo.
- No tengo nada, no jodás - Respondió Caperucita, acelerando el paso.
El Lobo caminó más rápido también, intentando alcanzarla, pero ella entró en una casa vieja antes de que él pudiera acercarse más.
- Hola abuee.. - Saludó Caperucita a su abuelo.
- Ho.. hola m'hija.. ¿Cómo ánda usté? - Dijo el abuelo, que acababa de despertarse de la siesta.
- Bien bien, El Lobo venía siguiéndome, pero llegué más rápido hasta acá.
Después de una breve charla con su abuelo, Caperucita se despidió dejándole la canasta y se fue, emprendiendo viaje hasta su casa. No sabía que El Lobo la estaba esperando detrás de un árbol.
Caperucita iba escuchando música en su mp4 (Walk - Pantera) así que no escuchó los pasos de El Lobo. Éste la agarró por detrás, de una forma que a Caperucita se le hacía muy fácil derribarlo, porque hacía Taekwondo.
Ella le hizo una llave y lo dejó tirado en el piso, con la boca sangrante y un brazo roto.

Caperucita llegó sana y salva a su casa porque sabía como defenderse. Lleve a sus hijos a clase de Taekwondo, podría salvarles la vida.

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